De la belleza y la herejía.

Cuando todas las demás lo desarrollaron el mío decidió guardar presencia y espíritu de niña. No me colgaron los labios y mis torturas masoquistas se complicaban a la hora de agarrar la carne con pinzas. Cuando me excito no hay pared de contención alguna y el líquido me va regando las ingles, y fluye a la rodilla o al ombligo según la postura en que mi Vicio se postre.

Panta rei, dirían los latinos.

Veo esta foto, oscura y coqueta, virginal y guerrera como toda yo y me pregunto sobre lo soez, lo chabacano, sobre el mal gusto y el erotismo perdido por el exceso explícito.

Y me pregunto.

¿Dónde está el mal gusto?

Me resulta más burdo haberme puesto en el coño un coletero de plástico del H&M que quiere imitar a una orquídea careciendo de su olor, de sus esporas, su polen y su vida, de su esplendor que será marchito; infinitamente más burdo que haber enfocado un ojo electrónico hacia la unión de mis piernas.

Creo que es bello a pesar de todo. Tiene un lunar, un manantial, el olor de alguna fruta que fue expulsada del paraíso, es cuna de muerte de millones de fecundadores de vida y será túnel de vida cuando en el campo de muerte alguno encuentre Gloria.

Es natural, bello y mío.

Con él nací y el se arrugará conmigo.

Me hace tiritar y hace que tiriten.

Es bello.

Qué burdo es. Qué herejía al Arte haber querido excusarlo poniendo una orquídea que ni siquiera existió.

Justificar a ambos lados

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hermoso relato y, si me lo permites, hermoso coño.
a mi me excitan más los coños prominentes con labios enormes y colgantes para morder y succionar, con un clitoris sobresaliente. Lo que vendría siendo un COÑAZO...pero he de reconocer que el rollito muñequita también me pone...para qué engañarnos? aun a día de hoy no he encontrado un coño (con las mínimas condiciones de higiene, claro) que no me haya gustado!

Te mando un buen lamenton en tu lunar!
Besos,
Cesar

Feder dijo...

Pero que coño tan juvenil. Que delicioso debe ser con un poquito de chantilly o de Fudge.

Beso en el coño con tirón de pelo.

Feder