Chispas y hogueras. ¿Es el fuego cantidad o cualidad?



-¿Has sentido alguna vez esa punzada exclamativa de dolor que neutraliza cualquier placer, que te anula, paraliza y eres incapaz de evitar? Sólo te dejas arrastrar por ella, vas y vienes con su mordisco impío y sufres rendida en su balanceo sarcástico que hiere tus entrañas en un arañazo de fuego.

-Ya sabes, Deborah, que yo no soy masoca.

-Escúchame, vamos. Te hablo de cuando te cabalga un hombre tan bien dotado que llega a tu fondo y se adentra hasta la boca del útero. Ese grito callado en tu vientre. Y que el placer que sientes con la caricia que te rellena antes de llegar a ese punto no te consuele porque, encogida tu carne del miedo, sólo anticipes que vendrá un nuevo golpe con cada embestida de su cadera.

-Sí…

-Te duele y te rindes. Te dejas hacer y sólo esperas el momento en que tu coño se quede pequeño y te toque el fondo y te duela. Cada vez más dura, más hinchada, y tú más rendida. Y te dejas hacer, y sabes que goza y tú gozas. ¿Te ha ocurrido, verdad? Alguna vez te habrás quejado, habrás exigido el cambio de la postura, habrás pedido que pare. Pero alguna otra vez le habrás complacido, habrás aguantado, y habrás gozado cuando finalmente, asumida la condena, te hayas abandonado a dejarle follarte así.

-Exactamente. Pero yo soy vainilla, cómo tú dices. Eso no tiene nada que ver con lo tuyo.

-¿Y no comprendes que yo vivo siempre en ese placer del flotar? Subspace, lo llamamos las masocas. Es porque le amo, porque soy suya. Tú sólo ves su placer en su polla. Yo veo su placer en su mano cuando empuña la fusta o derrama una vela, cuando estira mi trenza o retuerce mi cuello. No soy distinta a ti, sólo me rindo más allá de la polla de mi Amo. Tú lo llamas novio. Me deshago en su mirada, en su orden, su placer lo admito en toda su esencia. Me rindo. Y soy feliz cuando me toma, de la manera en que sea que quiera hacerlo, y lo noto orgulloso y lo hago gozar. Me gusta que se le abulte la polla y que también se hinche su Alma. Y entumecida la carne bien en pollazo o bien en azote, floto porque él goza, usa y cuida. Porque el Amo ama. Floto y sufro y gozo. Siempre. Es un orgasmo continúo.

-Estás enferma.

-Ilimitadamente… y sin límite no hay frontera.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

y mola cruzar fronteras y ver esos ojos que se os ponen